El Zendal, un complejo público de pabellones multiusos en el noreste de la capital inaugurado por Isabel Díaz Ayuso en diciembre de 2020, cumplirá por primera vez la regulación hospitalaria madrileña gracias a una nueva norma a medida que la Comunidad de Madrid está preparando. EL PAÍS ha tenido acceso a las 52 páginas del borrador de una nueva orden de la Consejería de Sanidad, que rebaja las exigencias que deben cumplir los centros sanitarios para ser considerados hospitales, entre ellos la exigencia de luz natural en las habitaciones o la reducción del número de enfermeras. El proyecto, que contiene una tipología de centros sanitarios y sus requisitos, prevé derogar otra orden madrileña similar de 1986, y contiene por primera vez la definición Hospital de Emergencias, una expresión inexistente en la normativa española.
El nuevo borrador de la orden sanitaria que baraja la Comunidad de Madrid ha sido elaborado por la Dirección General de Inspección, Ordenación y Estrategia Sanitaria, cuya directora general es Elena Mantilla. Ayuso nombró a Mantilla su secretaria de Sanidad del PP en mayo, después de ganar su guerra con Pablo Casado, líder nacional de los populares, y de convertirse en presidenta regional del PP. En un correo al que también ha accedido este periódico, Mantilla califica la ley de 1986 de “obsoleta”.
La legislación hospitalaria estatal no recoge la definición de “hospital de emergencias”. Esa norma es el Real Decreto 1277/2003, que divide a los centros con internamiento de pacientes en hospitales generales, hospitales especializados, hospitales de media y larga estancia, hospitales de salud mental y tratamiento de toxicomanías y otros centros con internamiento. El Zendal pertenece a esta última categoría y así lo catalogó en su momento la propia Consejería en su registro de centros, servicios y establecimientos sanitarios, el libro oficial donde se inscriben las autorizaciones de funcionamiento en la región.
Para obtener una licencia de apertura, los centros sanitarios públicos y privados en España deben cumplir con la legislación estatal y la introducida por las autonomías. El problema del Zendal es su incumplimiento de la norma hospitalaria madrileña. La orden de 1986 exigía que, a la hora de construir un hospital público o privado en la región, “todas las habitaciones tendrán luz natural” en el área de hospitalización de pacientes. Sin embargo, el nuevo texto dice que esta zona de internamiento dispondrá “de luz preferentemente natural”. Ya no será obligatorio. El borrador también rebaja requisitos como el ratio de sanitarios exigidos en los controles de enfermería, unos estándares inferiores que podrían favorecer a clínicas privadas de baja calidad que incumplen con los requisitos actuales para ser considerados hospitales, según arquitectos hospitalarios consultados. En todo caso, el beneficio de denominarse hospital sería meramente reputacional, señalan los expertos.
Un portavoz de la Consejería de Sanidad ha declinado pronunciarse sobre el proyecto: “no comentamos borradores”.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

“Es un borrador propio de países tercermundistas. Parece una broma pesada”, critica José León Paniagua, arquitecto profesor en el Instituto de Salud Carlos III, a quien este periódico le ha compartido el texto. “Entiendo que buscan dos objetivos. Por un lado, legalizar ese pabellón llamado Zendal que vale tanto para acoger enfermos como para albergar una exposición de artesanía. Por otro, quieren legitimar clínicas privadas de muy baja calidad porque hay algunas en Madrid que están fuera de juego”.
Antonio Morales, arquitecto del Grupo HM Hospitales, dice tras consultar el borrador que por mucho que cambien la definición, es un engaño considerar hospital al Zendal. “Si un submarino no tiene periscopio ni es sumergible, no puedes llamarlo submarino”, dice este experto.
“Si el Zendal perteneciera a una empresa privada, no hubiera obtenido la calificación de hospital”, afirma el arquitecto hospitalario Emilio Sánchez Horneros, director general del taller madrileño Tash.
Los expertos consultados consideran especialmente grave que se deje de exigir luz natural en las áreas de hospitalización, un requisito que tiene grandes beneficios para los pacientes. Un estudio científico del año pasado de la Universidad de Michigan demostró que la mortalidad es mayor en los pacientes que no tienen ventana. Esto se debe a que la luz solar activa la serotonina en el cerebro y mantiene a los pacientes más calmados y de mejor humor.
“La importancia de la luz natural es tal que hoy día en la construcción de vivienda es obligatorio que los dormitorios tengan luz solar”, dice el profesor del Instituto de Salud Carlos III León Paniagua.
Por otro lado, el borrador rebaja el personal en los controles de enfermería del 0,20 por cama actual a 0,13. Además, permite ampliar el número de camas en esos puestos de control. Hospitalización psiquiátrica pasa del máximo de 30 a 45 y hospitalización cardiológica, de 20 a 25. El borrador también contiene detalles sorprendentes porque introduce un elemento ya desfasado como es la obligatoriedad de que las habitaciones tengan lavacuñas, las máquinas de limpieza de los orinales metálicos. Actualmente los pacientes que no pueden ir al baño usan cuñas desechables de papel.
Pese a las grandes dimensiones de sus pabellones, el Zendal carece de funciones básicas de un hospital como quirófanos o áreas de tratamiento y diagnóstico e incluso Urgencias. Su diseño, con alturas de doce metros, hace complicada su reconversión en hospital. Sus tres pabellones de hospitalización son un espacio abierto y cavernoso por el que apenas se cuela luz solar. Ocupa 80.000 metros cuadrados, equivalentes a 15 campos de fútbol. La Comunidad de Madrid ha anunciado que quiere construir seis quirófanos para que pueda ser uno de los centros que reciban pacientes del hospital de la Paz, cuando comience una reforma que todavía no tiene fecha.

Desde su inauguración en diciembre de 2020, el Zendal ha recibido a pacientes con covid, a personas dispuestas a vacunarse y a refugiados de Ucrania. Recientemente, ha sido un desahogo para los hospitales colapsados por la temporada de gripe. La Comunidad sigue buscando usos: ha anunciado la apertura en el complejo del futuro Laboratorio Regional de Salud Pública, el nuevo almacén central del servicio madrileño de salud y la nueva sede de la centralita del Summa112, que se encontraba en la calle Antracita de Madrid, en Legazpi.
El borrador llega en un momento clave para la sanidad madrileña. Hace dos semanas, más de 250.000 madrileños salieron a las calles por segunda vez en menos de tres meses como crítica a la gestión sanitaria de Ayuso y en apoyo a los profesionales sanitarios, que acumulan ya 12 semanas de huelga.
Los nuevos planes para el Zendal
El consejero de Sanidad de la región, Enrique Ruiz Escudero, acudió hace dos semanas a una charla con militantes del PP en el distrito de Salamanca. Por primera vez, rodeado de gente de confianza y tal como desveló EL PAÍS, planteó abiertamente un cambio de modelo en la atención primaria basado en la enfermería y la videoconsulta. “Es un problema de modelo, no nos engañemos”, explicó Escudero a uno de los militantes. “Está pensado en los años ochenta, con ciertas derivadas de un modelo que venía del modelo sanitario cubano, que tuvo su razón de ser, pero que ahora ya tiene que evolucionar”. ¿Hacia dónde? Escudero habló por primera vez de un modelo sanitario nuevo, en el que la enfermería tendrá un papel clave. “En el Reino Unido, el modelo de atención primaria es un modelo puro de enfermería y aquí vamos evolucionando a ese modelo por razones lógicas”.
En esta misma charla, otro afiliado del PP preguntó a Escudero por el Zendal. “¿Qué horizonte tiene de futuro?”, preguntó el militante. “Sobre todo, para que no se nos convierta en un arma de doble filo”, dijo. El consejero explicó que ahora mismo hay 100 pacientes internados, que alrededor de 800 madrileños acuden diariamente para vacunarse contra el coronavirus y que, de cara al futuro, y para “después de las elecciones”, será un “centro de innovación y de simulación”, sin más detalles. “El Zendal continúa con actividad, pero es verdad que menos que la pandemia. La vida sigue, pero no tenga duda de que tendrá quirófanos y un plan funcional que se va a cumplir”, anunció.
Una inversión de 189 millones de euros
¿Cuánto ha costado el Zendal? El proyecto estrella de Ayuso lleva gastados ya más de 189 millones de euros. La infraestructura no se ha convertido solo en punto de referencia para la vacunación. También se ha transformado en un inmenso plató televisivo que la presidenta ha visitado repetidamente. Promocionado como uno de los grandes reclamos electorales de Ayuso en las elecciones del 4-M, no se ha reparado en gastos.
La sala de prensa costó 369.759,83 euros, según consta en el portal de contratación. La sala de crisis, 323.958,14. Gastos decididos a dedo que incluyen 40.000 euros en un muro de pantallas, 4.540 en una mesa o 1.197 en tres banderas, según documentación a la que accedió EL PAÍS el pasado 9 de febrero. El servicio de limpieza para 2022 fue concedido el miércoles por 4.466.569,03 euros. Por el mismo periodo se firmó el de alimentación y vending (máquinas expendedoras), que llegó a los 3.095.396,37 euros. O el de gestión de los residuos: 873.574,68 euros.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites